Nuestro proyecto

    En nuestra sociedad actual está establecido un sistema de género con órdenes preestablecidas. La herramienta que se encarga de mantener este sistema binario que divide a las personas en hombre y mujer, con sus correspondientes sexo femenino y sexo masculino y que se relacionan entre sí de manera heterosexual, se llama sexismo.

El sexismo se basa en la asignación de dos géneros a dos tipos de genitales y la relación
de poder desigual entre los dos géneros, poniendo al hombre por encima de la mujer. Esta estructura, para su mantenimiento, excluye de manera sistemática a cualquier persona que rompa el binomio hombre/mujer así como sus respectivos roles y genitales.

   Este grupo de personas que se salen el sistema de género engloba a los hombres afeminados, las mujeres masculinas, las personas que se travisten, las personas intersexuales, las que tienen una orientación sexual distinta a la heterosexual y a las personas transgénero. Éstas últimas rompen la norma genital (mujeres con pene, hombres con vagina) al asignarse públicamente un género distinto al que le asignaron al nacer según sus genitales.

   Antes de hacerse visibles como personas transgénero también sufren violencia de género (toda violencia relacionada con el sistema de género social) de otras formas. Por ejemplo las mujeres transgénero, cuando aún son percibidas como hombres, suelen ser discriminadas por ejercer un rol de género femenino, lo cual además se asocia a la homosexualidad.

   Esta rígida estructura social moldea a las personas ya desde su infancia. En las escuelas las niñas y los niños asimilan los roles de género asignados a su sexo biológico y por lo tanto a su supuesto género. De igual modo asimilan la relación desigual entre hombres y mujeres y el hecho de que las chicas deben sentirse atraídas por los chicos y viceversa.

   Las niñas y niños cuyo comportamiento se sale de esta estructura sexista son obligadas a entrar en la norma de género siendo por ello, castigadas y discriminadas socialmente en caso de no hacerlo. La escuela y las relaciones que en ella se dan es uno de los entes que se encarga de perpetuar este sistema. La infancia y la adolescencia es una etapa especialmente delicada, donde la persona desarrolla su identidad sexual y de género, afianza su autoconcepto y su autoestima y aprende a relacionarse con sus iguales.

   El acoso escolar (bullying) es una problemática que viene siendo estudiada desde los años ochenta. Engloba todas las situaciones de discriminación en el ámbito escolar y se trata de la violencia (física o psicológica) que ejerce un individuo sobre otro por razones de género, orientación sexual, etnia, rasgos físicos...etc. Es muy importante nombrar a las personas transgénero como ellas y sus colectivos quieren ser nombradas. Las personas de M-H, son personas trans hombre, y las personas de H-M son personas trans mujer.

   El alumnado trans es uno de los colectivos más vulnerable y susceptible al bullying, por ello es tan importante que conozcamos esta realidad, y que pongamos de nuestra parte para que se visibilice.

Entrevista sobre el Proyecto

(entrevista realizada por lxs compañerxs del Blog de Integradres/as y Animadores/as Socioculturales)

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